miércoles, 4 de abril de 2012

«Situación sonora: psicogeografía y sonido». Un intento de resumen



Los objetivos del taller «Situación sonora: psicogeografía y sonido»
impartido por Eric La Casa los pasados días 22, 23 y 24 de marzo en el
Museo Reina Sofía no podían ser más ambiciosos y arriesgados. Se
pretendía nada menos que explorar el espacio museístico siguiendo la
metodología de la deriva, y de realizar un registro fonográfico de
estas deambulaciones. La propia definición de «deriva» y sus posibles
interpretaciones no dejan de ser un espacio de conflicto y debate
permanente; al mismo tiempo, sólo los centros comerciales pueden
ostentar una regulación del espacio tan fija y predeterminada como la
de un museo de arte contemporáneo. En este sentido, la propuesta del
taller se tensaba y retorcía contra la misma complejidad conceptual
que articulaba todo el encuentro «Situación sonora: la deriva aural»,
pero, eso sí, con la presión añadida del poco tiempo disponible para
desarrollar unas dinámicas colectivas eficaces.

Por tanto, que Eric La Casa arrancara el taller presentándonos sus
propias metodologías, protocolos, idearios y procedimientos de
trabajo - algo así como abrirnos el «código fuente» de su trabajo - fue una
manera muy acertada de arrancar la primera sesión de trabajo. Eric nos
explicó tanto su forma de entender el concepto de «deriva» - para nada
vinculada a los postulados del Situacionismo, y más relacionada con
una permanente apertura al cambio, a la sorpresa, y a un posible
cambio de procedimiento/protocolo. Esto último - establecer unas
reglas, un protocolo de trabajo antes de empezar la caza de sonidos -
es un elemento central en su trabajo, y resultó fundamental para
nuestro trabajo en el taller. Eric también nos dio un repaso a su
forma de entender la especificidad aural del lugar, la intencionalidad
del fonógrafo, y, sobre todo, la inevitable inclusión corporal del
sujeto en el espacio aural en el proceso de escucha. (En este sentido,
Eric nos recordó la necesidad de releer «La fenomenología de la
percepción» de Merleau-Ponty desde este prisma.)




Aun así, esto no evitó que la primera lluvia de ideas y debate sobre
cómo proceder nos sumiera durante unas cuantas horas de
confusión. ¿Cómo realizar una deriva por un espacio tan regulado como
el de un Museo? ¿Qué entendemos por «deriva»? ¿Un desplazamiento
indeterminado por un espacio urbano? ¿O un desplazamiento de
sentido(s) semántico(s)? ¿Se puede realizar una deriva de manera
intencionada? Y luego ¿qué queremos hacer aquí? ¿Queremos realizar
unas derivas por los espacios del museo y registrarlas en audio? ¿O
queremos realizar un trabajo fonográfico que incite a derivar, a
perderse, a transgredir las regulaciones del uso del espacio?

Resultó curioso - pero no sorprendente - que los mismos dilemas
estuvieron muy presentes en la mesa redonda del primer día del
festival, donde, bajo la moderación de Javier Piñango, los artistas
Edu Comelles, Juanjo Palacios y Carlos Suárez hablaron de la
relevancia de la idea de deriva en su trabajo, con el resultado de lo
que quizás fuera uno de los debates más acalorados (en el podio y
entre las gradas) que se han visto nunca en el Auditorio 200 del
Reina.

Aquí os dejo con una imagen de algunas de las ideas y sugerencias que
estuvimos barajando aquel primer día de taller, ya en la fase de
organizar ideas y perfilar el procedimiento.




 



Hacia el final del primer día, llegamos a la conclusión de que
queríamos producir un documento sonoro funcional, algo que actuara de
«anti-audio guía» («audio un-guide», decíamos en broma) para los
visitantes del museo.

Por tanto, organizamos el segundo día en una exploración inicial de
posibles espacios sonoros de interés en el museo, seguido por una
serie de derivas individuales en las que cada uno nos diseñamos
nuestro propio protocolo de trabajo. Finalmente, realizaríamos una
deriva colectiva donde cada uno de nosotros iba a proponer un lugar de
interés sonoro, y realizaríamos tomas también allí.

Terminado el día, las impresiones fueron varias. Por un lado, cara a
una formalización del trabajo, todos estuvimos de acuerdo en que, al
margen de las derivas individuales, la deriva colectiva había tenido
más interés. Al mismo tiempo, todos teníamos una inmensa sensación de
agotamiento. Esto es algo inevitable - la escucha atenta agota. Pero,
al mismo, tiempo, realizando la escucha de las primeras tomas, nos
quedó claro que un museo de esta escala es todo menos un espacio para
el recogimiento y la recepción tranquila de arte contemporáneo. «Esto
no suena a un museo. Suena a un aeropuerto», recuerdo observar en un
momento determinado.




Cara a la formalización, se realizaron varias mezclas distintas. Una
de ellas será publicada en RRS, la radio del Museo Reina Sofía (junto
con otras derivas aurales por los espacios del museo producidas por
algunos de los artistas participantes en «Situación sonora», como Edu
Comelles, Carlos Suárez, Juanjo Palacios, etc.)




De manera autónoma, los integrantes del taller estamos ultimando la
publicación de la «audio no-guía» que mencioné más arriba.

Por mi parte, durante esos tres días fui registrando todos los
coloquios, conferencias, y conciertos que pude, y estoy publicándolos,
de manera algo desorganizada, en este tumblr.






¿Mis conclusiones? Ninguna. Tanto la experiencia del taller con Eric
La Casa, como todo el encuentro de «Situación sonora», supusieron más
preguntas que respuestas.

Como debe ser.

Kamen Nedev